Pasaron dos días,
dos días en los que Fernando no supo nada de su bonita. Quizá le había sucedido
algo, pero no quería llamarla. Ella le
había pedido que esperase a que ella lo hiciera. Se estaba desesperando y
pensaba lo peor. La muerte paso por su cabeza, pero el imbécil sería capaz de matarla?
Suena su celular y él contesta lo más rápido que pudo
-Bonita?
-Mi amor?
Necesito que vengas a mi casa, tenemos que hablar.
-Sí, ya mismo
llego.
Cuando Fernando
llego se percato que estaban totalmente solos en la casa, pero escucho a Lucero
muy rara. El la conocía y sabía que algo no iba bien.
-Mi amor?-dice
entrando al despacho
-Aquí estoy.
Pasa, siéntate.
-Que me querías
decir? Te volvió a hacer daño?
-No
-Entonces?-la
notaba extraña. Tenía la mirada perdida y aparte estaba muy pálida.
-Es que no te
quiero volver a ver
-Qué?
-Lo que oyes-dice
mientras deja escapar dos lagrimas y lo mira a los ojos-no quiero saber más de
ti
-Pero por qué?
Que te hice?
-Augusto amenazo
con dejarme y no puedo cambiarlo por ti. Tú eres pobre y yo no puedo vivir así
-Me estás
hablando en serio?
-Si
-Estas consciente
de que me estas matando con esto que estás diciendo?
-Perdón
-Por qué? Por
haber jugado conmigo o por romperme el corazón como lo has hecho?
-Yo no jugué
contigo
-Ahh no? Y como
le llamas a enamorarme y luego dejarme por una cosa tan superficial como el
dinero? Te aborrezco… eres una zorra
-No me digas
así-dice dejando escapar muchas lagrimas, en realidad si le había dolido que el
hombre que ella amaba se expresara de esa manera-
-Es increíble
como una persona puede cambiar tu estado de ánimo en segundos
-estas enojado?
-No es enojo, es
decepción. Pensé que eras sincera, pensé que de verdad era el amor de tu
vida-Lucero permanece callada-pero para que ser buena persona si ya nadie se
fija en eso? Para que cuidarte y querer bajarte la luna y las estrellas si al
final lo único que querías era buen sexo?
-No importa
cuánto nos amemos… hay cosas que simplemente no pueden ser por una razón u otra
-Seamos sinceros,
tu NUNCA me amaste como decías. Tal vez no fui lo que querías o no resulte ser
lo que necesitabas, pero una cosa si se y es que fui mucho más de lo que
merecías
-Como puedes
decir eso? Arriesgue mi matrimonio por estar contigo el día de mi fiesta, lo
olvidas?
-Estabas jugando.
En fin, a veces este tipo de cosas suelen suceder para que uno note que no está
con la persona correcta. Adiós jefa, espero que el dinero de su marido la haga
muy feliz.
Fernando salió
por esa puerta como alma que lleva el diablo dejando a Lucero hecha un mar de
lágrimas en el suelo del despacho. Sentía como la mitad de su alma se iba con
el y ella poco a poco iba muriendo. Sus ganas de vivir se reducían a nada. Por
qué el destino tenía que ser tan cruel con ella?
-Te amare
siempre, mi amor. Algún día entenderás que lo hice por tu bien, todo fue por
ti.
Pasaron 2 meses.
2 meses en los que Fernando conseguido nueva conquista y se entero que era el
heredero universal de un tío que tenía en España. Al parecer era hermano de su
difunta madre del cual no sabía, ahora era millonario y no necesitaba de nada.
Había conseguido todo olvidar por completo a Lucero y se había enamorado de una
joven muy guapa llamada Jeanny.
Lucero cada día
iba peor. No comía, no dormía, no salía, parecía muerta en vida. Un día Caro
decidió ir a visitarla junto con Sebas, sabía que eso le haría bien.
-Lucero? Pero que
te paso hermanita?-dice Caro muy preocupada al ver a la lucero pálida y casi
esquelética en la que se había convertido su hermana.
-Que haces aquí?
No quiero estar con nadie
-Sebas, creo que
mejor nos dejas solas
-Sí, bebe-dice y
le da un besito y luego sale. Al ver esta escena, Lucero rompe en llanto cosa
que era parte de su día a día desde hacía 2 meses.
-Por que hay
personas que lo tienen todo? Por que a mi, Caro? Por que yo tengo que sufrir
por que me falta lo único que he amado en esta vida?
-Hablas de
Fernando?
-De que mas?
-Y por eso estas así?
Lucero mírate! Estas más delgada y blanca que una hoja! Hace cuando que no
comes?
-No me interesa
eso
-No es saludable
-Que me importa?
Prefiero morir a sufrir como lo hago todos los días… entiende que mi vida
perdió el sentido
-Mi vida no te
puedes dejar morir! Sabes bien que lo hiciste por su bien
-Y de que me
sirve? Mírame
-Lo sé,
hermanita, por eso te digo que tienes que comer algo. Nunca te había visto así
-Yo… yo…-
Carolina solo la
vio desvanecerse. Se asusto muchísimo así que comenzó a gritar por ayuda e inmediatamente
Sebastián entro por la puerta. Se llevaron a Lucero a la clínica, sabían que
esto traería muchas consecuencias. Solo esperaban que se pudiera recuperar muy
pronto.
-Familiares de la
señorita Hogaza-dice la doctora
-Yo soy su
hermana
-acompáñeme por
favor
-Que le paso a mi
hermana-le pregunta caro una vez dentro del consultorio
-Su hermana sufre
un severo caso de desnutrición y deshidratación. Tiene una anemia muy fuerte a
causa del mismo y eso no es bueno para el bebe que esta esperando.
-bebe? Que bebe?
-Está embarazada
de aproximadamente 2 meses. No lo sabía?
-No, no. Estoy segura
que ella tampoco
-Bueno, pues
necesita cuidarse mucho de ahora en adelante o le traerá muchas complicaciones
al embarazo.
Solo esta inconsciente, su cuerpo no aguanto mas, pero se va a
recuperar
-Eso espero,
gracias doctora.
-Es un placer
Caro entra a la
habitacion y se sienta junto a la cama de Lucero-Hermanita debes ponerte bien-
-Caro?
-Despertaste!
Gracias a Dios
-Que me paso?
-Resulta que una señorita
se desmayo por no comer nada en mucho tiempo. No te hace bien, tienes mucha
anemia y aparte a que no adivinas
-otra mala
noticia?
-No, esta es muy
buena
-Dime
-Estas embarazada
-En serio?-dice
Lucero sintiendo que por fin recobraba algo de vida.
-Sí, hermanita
-He estado
matando a mi bebe?-dice Lucero atónita y comienza a llorar
-No, no llores. Estas
deshidratada
-Es que Caro, mírame!
Soy un desastre… me eche a morir por el desamor de Fernando y le he hecho mucho
daño a lo más sagrado que voy a tener en toda mi vida
-Quieres que
llame a Fernando?
-No
-Por qué?
-No sé si es su
hijo o de Augusto. Aparte él se olvido de mi muy fácil
-Y como sabes que
no está igual o peor que tu?
-Muy simple, el
simple hecho de que seguro ya me olvido. Piensa que jugué con el
-Yo lo se
-Entonces?
-Pienso que debes
decirle
-Se lo diré,
cuando este lista
-Y Augusto?
-Hace días no se
nada de el
-Le marco
-No, por favor
Pero era muy
tarde. Sebastián lo había llamado en cuanto llegaron al hospital y allí estaba,
el ser que mas repudiaba en el mundo. El culpable de estar muerta en vida.
-Ya vuelo,
hermanita
-Que te paso?
-Ahora no te
hagas el interesado
-Me interesa
-Si, como no. Estoy
embarazada
-Ves como si te
acuestas con otro, zorra desgraciada?-dice y le da una cachetada
-No me toques imbécil!
Y como puedes estar tan seguro de que no es tuyo?
-Por el simple
hecho de que soy estéril, pero me alegra muchísimo saber que tu galan ya no te
quiere porque por eso estas así verdad?
-Que te importa? LARGATE
-No
-Que te vayas- En
eso Carolina vuelve a entrar en la habitación-Caro, sacalo por favor. No lo
quiero ver
-Augusto, retírate
por favor
-No
-Quieres que
llame a la seguridad?
-No hace falta
-Mi hijo es de
Fernando-dice Lucero mientras esbozaba una sonrisa de oreja a oreja y rompiendo en llanto, esta vez de felicidad. Su amor por fin
estaba dando frutos.
Salió de la clínica
y lo primero que hizo fue ir a ver a Fernando. Tenia mucho miedo de cómo el podría
reaccionar. Llevaba su pulsera, no se la había quitado desde el dia en el que
el se la había regalado. Era su joya más preciada. Solo cuando estuvo frente a
la puerta bacilo un poco, pero luego se decidió a usar las llaves que el le había
dado.
-No puede ser-había
cambiado la cerradura. Toco la puerta y la atendió un hombre al que no había visto
en su vida.-Perdone, se encuentra Fernando?
-El ya no vive aquí,
señorita
-No sabe donde
vive?
-Quien lo busca?
-Su novia
-Su novia y no sabía?
El señor es millonario, para que iba a querer vivir en una casa tan pequeña?
-Millonario? No,
disculpe debe haber un error
-El Fernando del
que hablo vivía aquí hasta hace unos meses.
-Exacto, pero Fer
no es millonario
-No sé, señorita.
Solo puedo darle su teléfono
-Se lo agradecería
El señor le dio
el teléfono y ella se lo paso a Caro para que marcara. Al parecer era el teléfono
de una oficina. Cuando se había vuelto empresario? Invento algo y consiguió que
le dieran la dirección de su casa. Lucero no sabia que hacer, pero decidió ir a
verlo allí. Tenia que hacerlo, su razón era mas poderosa que cualquier “no te
quiero volver a ver” que Fernando le hubiese dicho.
Toco el timbre y
espero un momento. Una muchacha hermosa, de buen cuerpo le abrió y se quedo atónita.
Quizá no se había equivocado cuando dijo que ya la había olvidado
-Disculpa, creo que
me equivoque
-A quien busca?
-A Fernando
Colunga, pero creo que me equivoque
-No, es aqui. Espere
un momento-dice mientras se retira de la puerta-Mi amor, te buscan
-Quien?-oyo la
voz del hombre que nunca había dejado de amar. Provenia de adentro del
departamento
-Una mujer
Fernando salió del
lugar, que suponía era una cocina, y se quedo paralizado al verla.
-Que haces aquí?
-Necesito que
hablemos
-De que? Yo no
tengo nada de que hablar contigo. Diablos, Lucero! Hace cuanto tiempo que no
comes?
-Importa?
-Por supuesto! Por
que lo haces?
-De verdad tengo
que decírtelo con palabras?
-Tu me dejaste a mí
y mira no’mas. Ahora soy todo lo que no era y por lo que me dejaste-eso la había
herido, otra vez estaba llorando
-No te das cuenta
de que me estoy tragando el maldito orgullo al venir aquí?
-NO! Escúchame
bien, yo sufrí demasiado por ti
-No me ves? Acaso
no es evidente que yo aun sufro?
-No seas
mentirosa
-No te estoy
mintiendo idiota. Además no vine a discutir si muero por ti o no, tengo algo muy
importante
que hablar contigo… a solas-dice dirigiéndose a Jeanny
-Es mi novia y le
confío todo
-Esto no
-No tengo nada
que ocultar
-Estoy embarazada
-QUE?-dicen los
dos a la vez.
Jeanny estaba
llorando y Lucero también. Fernando la estaba abrazando a ella y eso le partía
el alma a Lucero. Quizá si lo había perdido totalmente, pero el bebe que
esperaba no tenía la culpa y Fernando tendría que responder.
-Como estas tan
segura de que no es hijo de Augusto?
-El es estéril
-Entonces si es
mi bebe…-dice Fernando con algo de emoción en su voz.
-Yo te amo, pero
es evidente que para ti fue muy fácil reemplazarme. Solo vine hasta aquí para
dejarte claro que vamos a ser padres… pensé que sería de tu agrado la noticia
-Claro que lo
es.- Jeanny lo miro sorprendida y se fue de casa de Fernando enojada
-No era mi intención
hacer esto en frente de tu novia, pero tú me lo pediste. Es muy bonita… la
amas?
-Si
-Más que a mí?-Fernando
permaneció en silencio-Respóndeme
-Jamás voy a amar
a nadie como te amo a ti
-Te amo? Aun me
amas?-dice lucero con la voz entrecortada y otra vez llena de lagrimas
-Jamás podría dejar
de hacerlo.
Estaría sonando? O
en serio Fernando había dicho esas palabras? Sentía que se iba a desmayar, pero
él la sujeto por las caderas justo a tiempo y se perdieron en la mirada del
otro. Sin darse cuenta se estaban besando. Se necesitaban, sus cuerpos les
gritaban que necesitaba del otro para estar completos. Había extrañado sus besos,
sentir sus labios sobre los suyos. Ahora estaba perdido, esa mujer era su
debilidad… ahora como le explicaría a Jeanny? Se había convencido que el amor
verdadero solo tocaba una vez a la puerta y que cuando lo hacía era imposible
dejar de amar a aquel ser especial, su media naranja, el amor de su vida; su
Lucero.
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