miércoles, 20 de marzo de 2013

Capitulo 5


En la tarde Carolina fue a casa de Lu a hacer la lista de invitados de la fiesta. Se encontró con una Lucero feliz y radiante. Que habría cambiado en esas horas que no se vieron? 

-Invitarás a Leila?

-Invita a quien quieras-dice Lu con una sonrisa en la cara. No podía disimular su felicidad

-Comeremos caballo

-Si, lo que quieras-dice Lucero notablemente distraída

-LUCERO! Te puedo preguntar que te pasa? Estas tonta hermanita!

-Por que lo dices?

-Ni siquiera escuchaste lo que te dije

-Es que Caro, estoy tan feliz

-Y a que se debe tanta felicidad? Augusto no esta

-Eso no hace la diferencia y lo sabes hahaha. Es otro hombre.

-Ayy no! No estarás pensando en...

-Ya lo hice. Lo hecho, hecho esta y no me arrepiento

-Te estas metiendo en un lío, hermana.

-No me importa, Caro. Ese hombre me encanta y me demostró que yo a el también.

-Cuando?

-En la mañana

-Te puedo preguntar quien es?

-No... Lo sabrás a su tiempo!

-Esta bien, sigamos con la lista.

-Deya recién tuvo a su bebe y no creo que venga, pero ponla... Es de las únicas personas que me caen bien, aparte su esposo debe asistir.

-Esta bien... Andrea García?

-La esposa del notario?

-Si, a ellos los vas a invitar?

-Si, si. Es amigo de Augusto y ella no me cae mal.

-Okay... Este, no se si poner a Rosana... La pequeña Marcela ha estado enferma estos días

-Pon a todo mundo, Carolina. En serio no me importa... Si vienen me encanta y si no pues ya que....

-Maria y Anielska vendrán de Chicago?

-Mis primas? No se... Llámalas y pregúntales .. Sabes? No tengo ganas de hacer esto ahora

-Y que quieres hacer?

-La verdad?-dice Lucero con una sonrisa picara

-No me digas...-dice Caro y mira su reloj- ES TARDÍSIMO  Debo irme, le prometí a Sebas que iba a ir con el a una comida de negocios

-Pues ve, ni modo... Te quiero

-Yo también-dice Caro y abraza a Lu. Luego se va corriendo

-Ahora al club con mi hermoso

Lucero se cambia a un outfit de jugar tenis, tomo su bolso y las llaves del auto y salio de su casa. Al verla, Fernando sonrió y camino hacia ella.

-Me voy a ir, te estaré esperando aparcada afuera del café que está a dos esquinas... Ese que se llama La Cuchara de Madera, si?

-Bien, pero por que no me voy contigo desde ya?

-Isabel esta muy entrometida últimamente y ve todo lo que hago y le dice a Augusto... Le dices que te di permiso a irte temprano y me alcanzas allá, okay?

-Si, nos vemos al rato.-dice con las ganas enormes de comérsela a besos, pero ya tendría oportunidad.

Unos 10 minutos más tarde Fernando llegan al café y entra al auto. Lo primero que hace es tomar el rostro de Lu entre sus manos y darle un beso fugaz.

-Hola guapa-dice una vez terminado el beso

-Te extrañé

-Yo también

-Iremos al club... Seguro encontraremos a muchas personas conocidas y por supuesto socios de Augusto así que me inventare que iremos a que veas el jardín principal. 

-Para que quieres que vaya?

-No se, quiero que lo conozcas. Pero que guapo estas mi jardinero hermoso-dice y besa su mejilla

Lucero arrancó el auto y al cabo de 15 minutos ya habían llegado al club, Fernando paso desapercibido y se fueron directo al jardín principal. El lugar era de ensueño y estaban solos. Se comenzaron a besar, estaban felices. Fernando la levanto del suelo y le dio vueltas sin dejar de besarla. Ella nunca se había sentido así. Las maripositas y nudos en el estomago eran sensaciones totalmente nuevas para su experiencia y le gustaba sentirse así. Si, se estaba enamorando. Una locura, pensaría cualquiera tomando en cuenta que solo lo conocía por una semana, pero a veces la realidad sorprendía y hasta llegaba a sonar a ese cuento de princesas que toda mujer quería vivir. Le había tocado a ella.

-Por que me gustas tanto?-dice Lucero mientras junta su frente a la de Fernando sin dejar de sonreír

-No se, pero el sentimiento es mutuo

-Ven, vamos a sentarnos debajo de ese árbol

Platicaron de todo ahí. Incluso, Lucero le contó de todos los novios que tuvo que no eran muchos y Fer de sus ex novias. Le hizo cosquillas, corrieron mientras reían y parecían niños. No había algo mas perfecto que eso. Ahora el estaba sentado bajo el árbol y ella estaba acostada en el suelo apoyando su cabeza en las piernas de el. 

-Aún no comprendo como tu marido te pone el cuerno si eres la cosa más perfecta que mis ojos han visto

-No seas mentiroso

-No miento... En serio eres hermosa

-Me estas seduciendo jardinero?

-Algo así...

-Pues esta funcionando y solo te advierto una cosa-dice Lu y se incorpora-Yo nunca me quedo con las ganas

-Aja, y pretendes que lo hagamos aquí?

-No me tientes. Mi hermana dice que estoy loca, nada me apena y siento decirte que es cierto.

-Lo harías aquí?

-Por supuesto, mi amor. Solo que si nos cachan y es un amigo o algo de Augusto, serás viudo

-Pero no eres mi novia o esposa aunque te confieso que nada me gustaría mas

-Entonces serás casi viudo o no se hahaha. Algún día, quizá..

-Lucero?-se escucho una voz que se acercaba. La cara de Lucero se torno blanca y su corazón dejo de latir un momento, alguien los había visto...

-Caro...-dice Lucero y la mira con cara de alivio

-El mesero me dijo que estabas aquí, pero... Estas loca? Que haces aquí con... No me digas que...

-Si, el es el hombre del que te hablé

-Lucero Hogaza León! Como puedes? Es el jardinero

-Y que pasa con eso Carolina? El es el culpable de que este día sea el mejor de mi vida y no me importa lo que pienses-dice y le besa la mejilla a Fer quien había bajado la mirada al piso con el comentario de Caro.

-Si, okay, pero no es por eso. Me refiero a que es demasiado cercano! Que vas a hacer cuando Augusto se entere que estuvieron aquí?

-No me importa, inventaré algo... Es lo de menos

-Entonces vete ahora porque Sebas y sus socios, que te recuerdo también son socios de tu marido, vienen para acá.

-En serio?

-Me enviaron a ver si estaba ocupado, tienes mucha suerte de que soy yo y no otra persona

-Gracias, te debo otra. 

-Váyanse a mi casa, no hay nadie. Te llamo cuando nos estemos yendo a casa si?-dice Caro y le ofrece las llaves de su casa

-Te amo Carolina Hogaza

-Si, ajá... 

Lu y Fer salieron del club y arrancaron el auto a toda velocidad. Las cosas que hicieron por toda la casa de Caro era quizá un pecado. Amarse tanto debía ser un crimen, pero era lo mas hermoso que había en la faz de la tierra. 

-Lu, no nos cuidamos

-Que importa? Creo que hay algo mal conmigo... El primer año de casada intente mucho embarazarme y nunca lo logré

-Estas segura?

-Si, mi amor

-Amo como suenan esas palabras en tu labios

-Mi amor?

-Sabes? No quiero asustarte, pero estoy comenzando a sentir algo por ti...

-Yo también. Siento que ya te quiero

-Es muy precipitado.

-Importa acaso? Hay gente que se enamora con solo una mirada

-También hay quienes confunden la lujuria con el amor

-Para mi no es lujuria. Para ti si? Dime que no porque no lo soportaría

-Claro que no! Es más, quieres ser mi novia?

-Casada

-Quieres ser mi amante?

-Odio como suena... No lo vuelvas a decir. Y vamos que seguro que no tarda en llegar-dice Lu mientras se viste y toma su celular para dejarle un msj a su hermana.

El domingo por la tarde Fernando había pasado por Lu a su casa y la llevo a su departamento donde comieron y Lu conoció a los amigos de Fernando. La verdad se la pasaba muy bien con ellos, no eran ese tipo de ratas estiradas con cara de buena gente. Lo mejor que Augusto pudo haber hecho era irse de viaje, eso le permitió conocer mas a su Fer. Su casa era pequeña, pero encantadora y acogedora. Desde ese momento sería su nidito de amor. Quien se daría cuenta? Esa noche Fernando la llevo a su casa y le costo más trabajo que nunca despedirse

-Quédate, amor

-No puedo, bonita. Que pasara si Isabel se da cuenta? 

-No viene los Lunes, nadie lo notará. Please.

-Y solo dormiremos?

-Si eso es lo que quieres lo juro!

-Sabes que eres mi mayor pecado... No puedo estar tranquilo a tu lado

-Me parece perfecto. Dormiremos en la habitación de invitados, si? Entra y ya te alcanzo. Es la ultima puerta del pasillo, a la izquierda.

Fernando estaba acostado en la cama mirando al techo mientras esperaba a Lucero. Ella se dio una ducha y se puso un bustier negro y sexy acompañado por unas pequeñas bragas del mismo color y medias oscuras. Se miro en el espejo, estaba sexy. Cepillo su perfecto pelo y se aplicó un poco de maquillaje tan natural que casi ni se notaba que llevaba y mucho perfume, tenia propuesto volver loco a su jardinero y estaba segura de que iba a lograrlo.

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