martes, 30 de julio de 2013

Capitulo 32

Pasaron varios días y Lu estaba organizando el bautizo de la nena junto con Caro y Cristal. Mailet y Steph jugaban tranquilamente en su habitación. Lucero sale al jardín que estaba siendo reconstruido con limonada fría en sus manos

-Jardinero!-llamó desde donde estaba

-¿Si jefa?

-Está usted muy guapo, ¿sabía?

-¿Se me está lanzando, jefa?

-Si

-Por ahí escuché que tiene novio

-Si, y también es el papá de mi hija, el hombre más guapo del mundo y el amor de mi vida

-Si ya tiene a esa maravilla, por qué se fija en mi?

-¡Porque quiero un beso suyo, caballero!

-Pues acérquese señorita bonita-dice y toma sus labios entre los suyos.

-Ya, Fer!-dice entre risas-te amo

-Yo te amo más, mi bonita!-dice acariciandole el rostro-¿Me das la tarde libre jefa?

-¿Razón, motivo o causa?

-Ya, en serio, mi amor. Debo ir a ver a Oliver.

-¿A que hora te vas?

-Como en una hora, ¿por?

-Te iba a pedir que te quedes con las niñas

-¿A donde van?

-A pagar el servicio se catering al club y la decoradora

-Pero eso es rápido, ¿no?

-No sé, pero ve a verlo y nos llevamos a las niñas

-Gracias por comprenderme

-Eres mi novio, ¿no? Ya una vez no supe apoyarte y dañamos nuestra relación. No pretendo cometer los mismos errores.

-Eres perfecta

-Eso dicen

-Dime quien para asesinarlo

-¡Fernando! 

-Bueno, no me gusta que miren lo que es mio

-Y a mi no me gusta compartir lo mio, así que apresuren lo de tu divorcio

-No me compartes más que con tu hija

-Más o menos. ¿Te quedas esta noche?

-No creo

-¿Vienes mañana?

-No sé, te llamare mas tarde y te aviso si vendré a dormir

-¿El niño está enfermo?

-No, gracias a Dios ahora mismo se encuentra bien

-¿Y entonces?-dice pasándole la limonada

-Es que hace días no paso mas de dos horas con el

-Al día

-Pues si, pero solía vivir con el y es un cambio del cielo a la tierra y más para un niño especial

-Para cualquier niño... Steph es más feliz cuando despierta y estás en casa

-Me cuesta mantenerlos felices a los dos

-Lo sé, pero si me preguntas que a cual prefiero que sea más feliz

-No vas a decir que el hijo de otra, así que ya lo sé Lu. ¿Pero y yo como me divido? Cuando voy con uno, el otro se pone mal. Cuando voy con el otro, el uno se pone mal y yo soy solo una persona.

-Eso es para que aprendas a usar un condón, señorito!

-Bueno y no tanto eso. Jamás engendrare otro hijo, lo juro.

-Claro que si. No pretendo quedarme con una sola hija y si no me lo das tu, pues lo tendré con otro

-Tan graciosita tu

-¿Quién te dijo que estaba bromeando?-a Fernando se le borra la sonrisa de la cara y Lucero rie-Ya, baboso. Pero si quiero otro y me lo vas a dar

-Ya hemos trabajado para eso

-Si pero aún no estoy

-¿Y si me dejas a las niñas para que vayan a jugar con Oliver?

-No

-¿Por qué no?-dice abrazandola por la cintura y entrando juntos a la casa

-Porque tu hijo solo insulta y molesta a mi hija

-Nuestra hija y es solo un niño.

-Y ella es solo una niña. Tienen la misma edad, mi amor

-El error numero uno. Aún así quiero que se lleven bien, son hermanos.

-Está bien. Steph me viene con queja y duermes en la sala

-¿Y si me voy a mi apartamento mejor?

-Dije que a la sala

-Como usted diga, jefa. También tengo que pasar a la oficina.

-¿Entonces para que te vas a llevar a las niñas?

-No te preocupes. Ahí se van a divertir más que aquí y mi secretaria no para de decirme que quiere conocer a Steph desde que nació

-Fer, eso fue hace cinco años. Que mala persona que eres

-Se me pasa

-Dales de comer y cámbialas-dice tomando las llaves del bureau-Te amo

-Yo también-dice y le da un pequeño beso en los labios-pero ¿y Caro y Cristal?

-Está afuera esperándome hace como media hora

-Ya vete

-¿A que hora las vas a traer?

-No sé, yo te llamo.

-Está bien! Me voy-dice Lu y le da un beso. Fernando sube a la habitación de Steph.

-Princesa, vamos a salir. Bañense y cambiense 

-¿A dónde vamos, papi?

-A visitar a tu hermanito

-No quiero, ve tu solo.

-¿Con quién se quedan ustedes dos?

-Papi, ya tengo cinco años y Mailet tiene cuatro. Ya somos niñas grandes y nos podemos cuidar solitas.

-Bueno, niñas grandes, vayan a bañarse que casi nos vamos.-dice Fer dejándolas solas otra vez

-Yo no quiero ir a ver a ese tonto. Solo me dice cosas feas

-Pero tu papi dijo que tenemos que bañarnos, así que vamos.

-Vamos entonces...

Pasó media hora y los tres salieron de la casa y al cabo de unos minutos llegaron a la antigua casa de Fer que ocupaban Jeanny y su hijo.

-Bajen-dice Fer abriendoles la puerta. 

-¿Vamos a quedarnos mucho tiempo, papi?

-No, mi reina

-Está bien.-dice la niña sonriente. La puerta se abre dejando ver a la nana del niño.

-Fernando! ¿Cómo estás?-dice esta

-¡Bien! ¿El niño?

-Está en el studio. ¿Quienes son estás dos preciosuras?

-Mi hija y sobrina política

-Con que esta es la famosa Steph de la que tanto me habla Oliver

-Papi, ¿ya nos vamos?

-Steph, acabamos de llegar-dice tomandolas por las manos a las dos y dirigiendose al studio

-Tio, quiero ir al baño

-Susana-llama Fer a la niñera del niño

-Si, Fer?

-Lleva a la niña al baño por favor. Estaremos en el studio, llevala ahí

-Claro-dice Susana llevandose a Mailet y Fer y Steph se dirigen al studio

-Papi!-grita el niño cuando lo ve entrar por la puerta

-Hola campeon-dice Fer abrazandolo.

-¿Qué hace esta fea en mi casa?

-Ay que flojera con este bobo, papi. Vamonos de aquí.-dice Steph

-Ya basta los dos. Son hermanos y deben quererse, no pelear. 

-¡No quiero! Me cambiaste por ella...

-Vengan los dos-dice sentandose en el sofá con ellos cada uno en una pierna-Yo los amo a los dos por igual y ustedes deberian quererse mucho. Cuando yo me muera, ustedes solo se tendran ustedes dos para cuidarse y quererse

-¿Te vas a morir papi?-dice la nena y comienza a llorar

-No, mi vida! Para eso falta mucho, no llores por favor

-Me lo prometes?

-Si, Steph.

-Está bien-dice secandose las lagrimas 

-Quiero que se den un abrazo

-Ay no

-Que asco-dice Steph

-Ahora-Fer dice y los nenes se abrazan.-ahora vayan a jugar

-Si, papi-dicen los dos a la vez y se sientan en el suelo a jugar con los leggos que había por todo el suelo. Mientras Fer los veia jugar, entraron Susana con Mailet quien se les unio

-Susy, ven aca-dice Fer

-¿Que pasa, Fer?

-¿Qué te cuenta Oliver de mi hija?

-Bueno, básicamente siempre me dice que la quiere mucho pero que no te diga. Y está celoso de que te fuiste de la casa a vivir con ella.

-No vivo con ellas

-Mi hermana no dice lo mismo

-Susy, tu eres inteligente y conoces bien a Jeanny.

-Pues si, pero como sea no está bien que los abandones 

-Vivo en otra casa, no vivo con ellas. ¿A qué hora llegará Jeanny?

-No sé, supongo que a eso de las 7. ¿Por?

-Voy a llevar a los niños a cenar y luego lo traigo de regreso.

-Está bien, yo le aviso

-Bien-dice Fer.- Niños

-¿Si, papi?-responde Steph

-¿Qué quieren cenar?

-¡Helado!-dice Mailet

-Eso no es cena, mi amor. Pero después de cenar iremos por helados

-¡Si!-celebraron los tres al mismo tiempo

-Pero ¿que vamos a cenar?

-Yo quiero pizza-dice Steph

-¿Quieren pizza?-le pregunta Fer a los otros dos niños quienes asienten. 

Salen los cuatro de la casa y se dirigen a una pizzería muy cercana y pasan la cena riendose y divirtiendose. Ahí mismo ordenaron los helados y Fer por fin se sintió completo al ver a sus dos hijos llevarse bien. Al regresar a casa, las niñas estaban dormidas, así que tuvo que cargarlas a las dos y entrar como pudo. Al hacerlo se encontró con la casa en silencio así que supuso que Lucero estaría dormida, aunque era bastante temprano. Dejó a las nenas en la habitación de Steph y se puso a buscar a Lucero. La encontró en el balcón muy pensativa.

-¿Princesa?-Pero ella no respondía, estaba como en otro mundo. Se acercó más a ella y notó que el teléfono estaba destrozado en el suelo y ella tenía las mejillas mojadas por las lágrimas que había derramado. La abrazó por atrás para hacerle sentir que estaba con ella y que no la dejaría sola. Ella solo recostó su cabeza en su hombro y cerro los ojos.

-Me hicieron una mala jugada-dice Lu en casi un susurro

-¿Qué pasó bonita?

-Me marcaron y era una mujer. Me dijo que era mi mamá y que quería verme... Y yo tire el teléfono. 

-No llores, mi amor. No me gusta verte así...

-Es que no lo puedo evitar! Me duele mucho que me estén jugando así de sucio

-Mañana temprano visitaré a mi mamá y más le vale no ser la responsable de esto

-Fer...

-Dime

-¿Y si en serio era ella?

-¿Quieres verla?

-No sé-dice Lu llorando y abrazándolo más fuertemente-es demasiado por hoy. Quiero dormir.

-Vamos-dice Fer tomándola en sus brazos. Ella se abraza a su cuello y deja descansar su cabeza en su hombro.

Cuando ambos ya estaban acostados en la cama, Fer la abrazó y la apoyó en su pecho donde ella siguió llorando hasta que se quedó dormida. Después de todo ella era la mujer que amaba y el dolor suyo lo sentía como propio. Al día siguiente investigaría todo y pobre el que le había causado ese dolor porque no se la acabaría.

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