jueves, 18 de julio de 2013

Capitulo 27

-Necesitas ver a un doctor

Un mes y medio había pasado desde que Fernando había decidido casarse con la otra y dejarlas a ella y a su hija a su suerte. Pero había algo malo... Posible embarazo. Fernando se casaría en 2 semanas y ella tenía serias sospechas de que estaban esperando otro bebé. Dicen que un bebé es un regalo de Dios y lo más hermoso de la vida, pero no estaba segura de que fuera el mejor momento para traerlo al mundo.

-No

-¿Como no, Lucero? Acabas de devolver el estómago por quinta vez hoy y apenas son las 2 de la tarde

-Tengo sospechas, ¿okay? Y no quiero-dice Lu con los ojos llenos de lágrimas y la voz quebrada

-Fernando y tu...

-Hace un mes y algo, si... Más de cinco veces.

-Lu, se va a casar...

-¿Crees que no lo sé?

-Hace días no viene por aquí

-No me lo recuerdes... ¿Cómo es posible que Dios le mande otro hijo si es tan irresponsable?

-Tranquila, aún no estamos seguras...

-Fiore, ya pasé por esto una vez... Sé lo que es estar embarazada! Te apuesto lo que quieras a que en unos meses no podremos dormir por el llanto de un angelito-dice con una sonrisa ilusionada

-Mejor no te ilusiones y mañana vamos al doctor

-Ay no, mañana tengo que ir por un vestido

-¿Para que?

-La boda de Fernando

-¿Vas a ir? ¿Estás loca?

-No, solo quiero convencerme de que de verdad ya lo perdí para siempre y tu vas conmigo

-Pero eso te va a doler demasiado, Lu

-Pero lo necesito. Tu no entiendes, de por si ya es duro para mi... La invitación llegó esta mañana

-¡Que descarado!

-Estoy segura de que fue ella. Seguro él no lo sabe

-Es posible

-Y sé que su mamá está detrás de todo esto

-Esa señora me tiene harta

-¿Y que me dejas a mi?

-Es que en todo se mete... ¿Qué le hiciste?

-¿Yo? Nada. Eso es lo peor...

-Entonces ¿por qué te odia tanto?

-La pregunta del millon, mi querida amiga

-Entonces estás de un mes mas o menos

-Eso creo

-¡Que bonito! Creo que nunca tendré hijos...

-No digas eso. Tu eres joven y hermosa! Olvida a Augusto! 

-Sigue tu propio consejo...

-Fernando está vivo, Fio, Augusto murió hace 8 meses 

-Pues si, pero aún está reciente... Yo lo amaba en serio.

-Yo lo quería mucho a pesar de todo 

-¿Te hizo algo malo?

-Me hizo muchas cosas malas... Si no hubiese sido por el, Fernando nunca habría conocido a la tipa esta

-No sabía

-Pues si, pero no me siento bien hablando de una persona que no está para defenderse...

-Pero no todo fue malo ¿o si?

-No, claro que no... Me salvó de mi papá y siempre estaré agradecida

-¿Y tu mamá?

-¿Nunca te conté?

-No

-No la conozco, nos abandonó cuando yo tenía 4 años

-Ay, Lucero, que pena! Perdón

-No lo sabías... Igual es mi pasado, ya pasó y está olvidado. Ahora lo unico para lo que tengo cabeza es...

-Para la boda... Lo sé

-Y el embarazo

-¿Con quién vas a dejar a la niña?

-Viene con nosotras

Pasaron las dos semanas. Lucero se encontraba en frente del espejo terminando de darle los últimos toques a su maquillaje. Su vestido, azul aqua con espalda totalmente descubierta, tiros con pequeños detalles de diamante y apertura que dejaba a la vista su perfecta pierna izquierda hacía que su cuerpo se viera aún mas perfecto de lo que ya era. Su pelo marrón oscuro y ondulado caía por su espalda y su maquillaje sutil, pero hermoso. Estaba tan hermosa que no sabía si llamaría la atención de Fernando. Quizá su subconsciente le había jugado sucio y se había preparado para el, aunque estaba a punto de tener el trago más amargo de toda su vida. Haber recibido la noticia de que sí sería mamá por segunda vez la había puesto muy feliz y varias veces estuvo a punto de llamar a Fernando, pero siempre se retractaba; quizá lo mejor era que no supiese. Su bebé ya estaba lista y la observaba mientras se alistaba sentada en la cama. Sonrió al ver esa carita tan preciosa mirarla fijamente.

-¿Quién va a ser la princesa más hermosa en la boda de papá?-La nena le sonríe y ella le da un beso en la mejilla y la sienta en sus piernas-solo nos tenemos nosotras mi vida. Hoy papá tendrá otra familia y solo seremos tu hermanito, tu y yo. Y espero que no te me pongas celosita porque mami te ama.

-¿Lista?-dice Fiore entrando a la habitación

-No-dice mientras varias lagrimas caian por sus mejillas

-Llora, desahogate-dice abrazandola

-¿Por qué todo siempre me sale mal? ¿Por qué yo no tengo derecho a ser feliz? ¿Por qué?

-Tienes motivos para serlo...

¿Como cuál?

-Tu hija, tu embarazo, el embarazo de tu hermana, eres hermosa, estas viva, el amor de tu vida respira... Yo no tengo ni el principio de todas esas cosas buenas y ¿me ves quejándome? 

-Pues no lo tienes porque no quieres...

-Lo dices muy fácil porque a Fernando lo tienes aquí contigo

-Como si no... Ademas tu eres hermosa, exitosa...

-No tengo hijos, no tengo hermanos, no tengo familia y la mitad de mi alma murió por mi culpa

-No fue tu culpa

-Aunque intento verlo de otra manera, así lo siento. Estoy sola en el mundo

-No es cierto, nos tienes a nosotros 3

-Y los adoro, pero sabes bien a que me refiero... Tu tienes una familia hermosa y no puedes permitirte derrumbarte. Tus hijos dependen de ti...

-Tienes razón! Bendito sea el que invento el fijador de maquillaje...

-Ahora vamos, llegamos tarde!

-Ven, mi vida... Vamos a ver a papá-dice dirigiendose a Stefy. La nena sonríe y se le lanza a los brazos-Al menos alguien si la hace feliz ir a esa boda

Habían llegado al lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia. Pensó que había sido el error de su vida haber asistido; nunca se había sentido tan rota. 

-Esta debió ser mi boda

-Ya, Lu... No te lastimes más, piensa en la sonrisa que va a poner la nena cuando lo vea

-Y las lágrimas que caeran por mis mejillas al mismi tiempo, ¿verdad?-La nena comenzo a moverse inquietamente en los brazos de Lu con una gran sonrisa en la cara-¿Que pasa, mi amor?¿Tu papá? 

-Que lista, ahí está...

-¿Para sus casi 6 meses? Demasiado...-Lucero se dirigió hasta donde estaba él-Hola...

-Mi amor... ¿Qué haces aquí?

-Me invitaron

-Tengo que hablar seriamente con Jeanny...Estás demasiado hermosa

-Gracias

-Pero esta princesita de papá es la más hermosa de todo el evento-Fernando abre los brazos y la nena se le lanza encima-Perdón por no haber ido en estos días, estaba un tanto ocupado con las cosas de la boda y el niño enfermó

-Ya que...

-¿Sabes que es lo que más deseo? Que cuando suene la marcha nupcial seas tu quien entre por esa puerta vestida de novia

-Fer, eso es imposible 

-Lo sé, pero es contigo con quien me quiero casar... No con ella

-Yo también me quiero casar contigo, pero...

-Vaya, vaya... Miren a quien tenemos por aquí

-Buenas noches, señora.

-¿Vienes a robarte a mi hijo?

-No, vine porque recibí una invitación y me pareció de mala educación el no asistir.

-Como sea, te tenemos un lugar apartado para ti... A mi lado en primera fila

-Lo siento, pero vengo acompañada

-No te preocupes, hay más espacio

-¿Nos dejas solos por favor? Gracias mamá...

-No me puedo arriesgar

-Vete...-Margarita se va furiosa

-¿Te vas de luna de miel?

-No, Oliver está enfermito aún

-¿Solo por eso?-dice Lu comenzando a enojarse

-Sabes bien que no... Es una de las dos razones más importantes, mi celosita... La otra son ustedes dos, mis princesas

-Tu princesa y su mamá porque después de hoy ella será lo único que nos una

-¿Y ese cambio de humor? Está en tus días...

-No, bruto, estoy embarazada-piensa Lu-Si, eso mismo

-Creo que debes irte

-¿Por qué?

-Porque ya era lo suficientemente difícil casarme con ella, contigo aquí todo será peor

-Yo lo necesito

-¿Para que?¿Para herirte de a gratis? Yo no quiero verte llorar más, mi amor... 

-Y Miguel viene...

-Pues si...

-Esa es la verdadera razón por la que no quieres que esté aquí

-No me importa, el ya tiene novia...

-Egoísta...

-Te amo, ¿Qué puedo hacer?

-Olvidarme

-Nunca

-Estás a punto de casarte

-¿Y que con eso?

-Eres imposible, Colunga.

-¿Por que esta tan tranquila? ¿Se durmió?

-Si. y ya dámela, es hora de que entres a la iglesia

-Ahora tendremos que matar a Jeanny para podernos casar por aquí

-Muy gracioso tu. 

-No era broma

-Voy a hacer como que no escuché eso

-Quiero besarte

-No te atrevas

-Será rápido, lo prometo

-Estás por casarte en cuanto llegue la novia

-¿Qué me importa? Todos aquí saben que a quien amo es a ti

-Ya basta-dice arreglándole la corbata-dices que no quieres que sufra pero es lo que estas logrando con tus palabras

-Perdóname, por favor no olvides que te amo a ti. Tu y yo algún día nos vamos a casar, te lo juro ante Dios

-No jures cosas que no sabes si vas a poder cumplir

-Te voy a cumplir

-Si, como digas-Lu le toma a la bebé de los brazos y entra a la iglesia seguida por el. Eran los únicos ahí dentro y Fernando aprovecho, la tomo por un brazo, le dio la vuelta y le dio un beso fugaz-

-Te amo

-Yo también

La ceremonia había pasado y a decir verdad todo estaba muy hermoso. Ella la pasó llorando desde el principio y Fernando había derramado una que otra lágrima. 

-Fernando Colunga, acepta usted a Jeanny Monterubio como su legítima esposa para amarla y respetarla todos los días de su vida, hasta que la muerte los separe?

Fernando mira hacia donde se encontraba Lucero y esta bajó la mirada.

-Un segundo por favor-dice Fer y va hacía Lucero y se agacha en frente de ella lo que causa que la gente comience a murmurar. Le seca las lágrimas y besa la mejilla de Stefy-sonríe por favor, Lu. No más lágrimas

Se volvió a dirigir al altar y la ceremonia terminó y ahora Fer y Jeanny eran marido y mujer. Salieron de la iglesia primero los invitados y luego los novios. Fernando la buscaba con la mirada.

-Vamos a la recepción

-Lu, tu ya estás mal... Mírate. ¿Que mas quieres?

-Quiero ir 

-No creo que debas ir.

-No me importa, yo voy. 

-A todo esto, ¿que era lo que tanto hablaban ustedes dos?

-Me dijo que me amaba 

-Lu, ya está casado mi vida

-Yo sé, Fiore pero no lo olvidare tan fácil

-Te comprendo

-Vamos por favor...

Se encaminaron al lugar donde de llevaría a cabo la fiesta y entraron, Lucero con la cabeza muy en alto. Jeanny al verla entrar se enojó un tanto, ya que pensó que Lucero no resistiría el verla casarse con el hombre que ella amaba. 

-¡Lu!

-¡Hola, Eli! 

-Estas preciosa! 

-Gracias, tu también! 

-¿Y mi sobrina favorita?

-La única que tienes

-No es cierto, también está Oliver

-¡Que mala!

-Yo lo quiero muchísimo, pero es que esta princesa me robó el corazón desde que la conocí-dice tomándosela de los brazos a Lu-Vamos a sentarnos

Fernando no había parado de mirar a Lucero en lo que iba de la fiesta, ni siquiera en el primer baile como marido y mujer. Jeanny estaba comenzando a considerar que el haberla invitado había sido el error del siglo

-Ya estuvo bueno! Por que no te largas?-dice Jeanny a Lucero

-¿Perdón?

-Lo que ya escuchaste... No te quiero aquí! Te vestiste así para quitarme a mi marido, verdad? Pero no te salió

-¿Que dices? Es un simple vestido

-Estás más bonita que yo y...

-¡Vaya! Gracias, que linda tu

-No te quiero aquí

-¿Entonces para que me invitaste?

-Vete

-Me voy si Fernando quiere que yo me vaya-dice y se para de su asiento

-¡Descarada!-dice y le da una cachetada a Lu

-Descarada eres tu! Aparte de quitarme a MI novio, vienes y me invitas a la boda... Ahora te aguantas

-Vamos a ver-Jeanny la agarra por un brazo y la lanza en contra de la mesa del pastel. No solo se embarró de pastel, sino que aparte se golpeó muy fuertemente en el vientre con la mesa. Eso no era bueno. Se levantó, miró a su alrededor y salió corriendo y llorando de allí. Fiore la siguió con Stefy en sus brazos y se fueron de allí. Para cuando Fernando se enteró de lo que había ocurrido, ellas ya estaban lejos y su mamá no le permitió ir tras Lu. Grave error.

Lucero subió a su habitación y se encerró sola allí dentro. No quería estar con nadie, ni siquiera con su bebé. Luego de mucho rogar, Fiore encontró las llaves de la habitación que ocupaba Lucero y lo que vio al entrar la alarmó y se puso muy nerviosa. Lucero estaba sentada en el suelo, rodeada por un enorme charco de sangre y aún seguía llorando.

-¿Pero que pasó?-dice Fiore corriendo hacia ella 

-Mi bebé...-dice Lucero con la mirada hacia el suelo

-Lucero, estás muy pálida... Has perdido mucha sangre

-¿Qué me importa?-dice en casi un susurro

Fiore llamó a una ambulancia que llegó de inmediato y la trasladó al hospital más cercano. Allí la atendieron lo más rápido que pudieron y solo cuando lograron estabilizar a Lucero, el doctor salió del quirófano a informarle lo ocurrido a Fiore.

-La paciente recibió algún golpe?

-Si, la empujaron contra una mesa

-Lo pude notar. Hicimos lo que pudimos, pero el bebé que ella esperaba no lo pudimos salvar. Perdió demasiada sangre, lo siento mucho. 

-¿La puedo ver?

-Si, claro. Dígale a la enfermera que la lleve a la habitación 315

-Gracias, doctor-dice y sale del consultorio-disculpe, sabe si la doctora Rosana Vega sigue aquí

-Si, pero está a punto de irse

-Me puede llevar a su consultorio primero, por favor?

Llegan al consultorio donde encuentran a Ros hablando por celular, quien le hace seña a Fiore para que se siente.

-Ya voy para la casa, Marcela, esperame. Adiós.

-¿Como estas?

-Bien! Iba de salida, pero te sientes mal?

-No, vine a pedirte que te lleves a Stefy de aquí

-¿Que le paso a Lucero?

-Algo terrible

-Hoy era la boda de Fernando, no? ¿Que locura cometió ahora?

-Ninguna. Jeanny la empujó en contra de una mesa y perdió al bebé que esperaba

-No sabía que estaba embarazada!

-Nadie sabe, por favor que no salga de aquí

-¿Pero como está?

-No sé, ahora voy a pasar a verla

-Dame a la niña y ve, yo me tengo que ir pero mañana a primera hora paso a verla

Fiore entra a la habitación y ve a Lucero postrada en la cama con la tez muy pálida. Se acerca a ella y le aprieta la mano en señal de que no estaba sola.

-¿Te acuerdas las cosas que me dijiste que eran razones por las que debía ser feliz?-dice tranquilamente por el sedante que le habían puesto

-Si

-Pues, hay que tachar dos de la lista

-shh, vas a estar bien. Lo prometo-Fiore la abraza y lloran las dos juntas por mucho tiempo. Lu se queda dormida y olvida su dolor aunque sea por unas horitas. Necesitaba descansar, pues su vida de ahora en adelante ya nunca seria la misma. 

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