jueves, 18 de julio de 2013

Capitulo 28

5 años habían pasado desde ese día tan penoso y sus vidas habían cambiado de manera radical. Fernando vivía con su esposa e hijo en una casa y Lucero y Stefy vivían en la mansión como desde siempre habían hecho, pero ahora solas ya que Fiore había sido transferida por 3 meses a Los Ángeles. 

La nena estaba muy entretenida dándole vida a una muñeca en su mundo de fantasía y todo lo pintaba tan perfecto. Su madre se había quedado dormida escuchando las ocurrencias de su pequeña. Había bajado de peso y últimamente le daba mucho sueño. Le había comentado a su novio y ambos coincidían en un posible embarazo y de ser así no sabría que hacer... Ella no quería traer al mundo a un bebe en el estado de inestabilidad que estaba pasando su vida. Ya lo había hecho con Stephania y se daba cuenta lo que sufría su hija cada que su papá le fallaba en algo; simplemente no quería que la historia se volviera a repetir.

La puerta de la casa se abrió dejando ver a Fernando. La nena corrió a sus brazos y se engancho de su cuello no queriendo dejarlo ir nunca.

-¡Papi! ¡Viniste!-dice la nena mostrando una hermosa sonrisa

-Vine a ver a mi princesa, ¿qué no puedo?

-Te extrañé mucho

-Y yo a ti, pequeña! Y tu mami?

-Estamos aquí en la sala... Se quedo dormida mientras yo juego-Fernando dejo a la nena en el suelo y se arrodilló en frente de Lu y le dejó un pequeño beso en la cabeza-papi, ¿tu quieres a mi mami?-Fernando asiente-¿mucho?

-Muchísimo

-Y entonces ¿Por qué te casaste con la mamá de Oliver y no con mi mami?

-Ven-dice y la sienta en sus piernas-es que a veces los cuentos de princesas tienen muchas piedras en el camino, pero al final siempre hay un "vivieron felices por siempre"

-Entonces ¿algún día te casarás con mi mamita y seremos una familia como las de mis amiguitos?

-No sé, mi vida-dice Fer abrazando a Stefy

-Es que yo quiero porque todos dicen que sus papás los acuestan y los tapan y les leen cuentos para dormir. También que siempre salen los 3 juntos y que los días de sus cumples sus dos papás los despiertan y les dan muchos besos y yo nunca tengo eso.

-Princesa, yo...- en ese momento suena el celular de Fer y este contesta- ¿bueno? ¿Que le pasó? ¿Están en el hospital? Voy para allá!

-¿Ya te vas?

-Si, mi amor... Tu hermanito se enfermó

-¿Tu no me quieres papi?

-¿Cómo puedes decir eso, princesa? Yo te amo! Eres lo más importante en mi vida

-Mentira. Hace 2 semanas que no vienes a verme y hoy que si viniste te vas rápido porque Oliver se enfermó. No es justo papi-dice la nena derramando lagrimas-Vives con el y a mi casi no vienes a verme. ¿Por que lo quieres mas que a mi?

-No es eso, mi vida! Los quiero a los dos por igual... Te prometo que mañana voy a venir y vamos a salir todo el día

-¿No me dices mentiras?

-No, princesa. Te lo prometo

-¿Con el meñique?

-Si

-¿Y mi mami?

-También

-Está bien-dice bajando la mirada

-¿Fernando?-dice Lucero aún adormilada

-Si, soy yo

-¿Qué haces aquí?

-Vine a ver a mi hija, pero ya me voy

-¿Hace mucho que llegaste?

-No, 15 minutos

-Stefy, ve a jugar a tu habitación...

-Si mami-dice la nena y se va

-Me parece indignante tu actitud para con tu hija... ¿15 minutos? Fernando, ya no aguanto más. Creí que amabas a nuestra hija e incluso cuando Derek...

-¿Derek? ¿Quien es Derek?-dice Fernando celoso

-Es mi novio

-¿Desde cuando tienes novio?

-¿No puedo? Disculpe señor, no sabia que tenia que quedarme llorando su ausencia el resto de mi vida

-Sabes que te amo a ti

-Claro que si, Fernando... El punto es, mi hija sufre por tu maldita culpa. Si no es el trabajo, es tu hijo que se enferma... Stephania podrá solo tener 5 años, pero es una niña muy lista y se da cuenta de todo... No quiero sonar egoísta, pero quien esta siendo egoísta aquí eres tu! Debes prestarle mas atención a mi hija! Ese niño también es tu hijo, lo entiendo, pero...

-Lucero, es un niño con problemas... Nació prematuro no se si te acuerdas

-No, si me acuerdo... Y me he callado todos estos años pero mi hija es lo mas importante para mi y odio verla llorar porque su papá prefiere a su hermano

-Tu sabes que eso no es verdad...

-Podré saberlo, pero tu demuestras lo contrario...

-Tu sabes perfectamente bien que mi hijo puede morir y que me dedico a el porque quiero hacer que su vida sea perfecta... En lo que cabe

-Lo sé Fernando, y también te entiendo porque me gustaría pensar que si mi hija se enferma algún día, que Dios no lo quiera, estarás presente y le harás sentir que te preocupas por ella... ¿O me equivoco?

-No, no te equivocas

-Igual el punto no es ese... ¿Como es posible que después de no haber venido a verla en 2 semanas, igual que ahora, y le hayas prometido que no faltarias a su fiesta de cumpleaños al final no llegaste? ¿Como? Crees que es lindo o justo que una niña de 5 años se haya pasado toda su fiesta sentada en las piernas de su mamá triste y decepcionada? ¿Que cuando sus primos y amigos la invitaban a jugar ella no quería por el hecho de que su propio papá le falló? Fernando, ese día despertó emocionada pensando que te vería y se durmió llorando... Incluso me preguntó si no la querías...

-¿Y que le dijiste?-pregunto Fernando con un nudo en la garganta

-Obviamente le negué todo... 

-Gracias

-No lo hice por ti, sino por ella... Derek me ofreció irnos a vivir a otro país y darle su apellido a mi hija

-Que ni se te ocurra

-¿Por que no? Ella no te importa. La vienes a ver solo cuando te acuerdas que tienes una hija

-Le prometí que mañana pasaríamos todo el día juntos... Los tres

-No le prometas algo que seguro y no le vas a cumplir

-Lo voy a cumplir, te lo juro

-Una oportunidad más, Fernando, solo una... Si nos fallas... Le fallas, te olvidas de ella para siempre porque nos largamos y no vuelves a saber nada

-No les fallaré. Mañana pasaré por ustedes a las 9am, estén listas

-Está bien

-Te amo

-Esas palabras ya perdieron sentido hace mucho...

-Pero son ciertas

-Y está de mi creerlas o no... 

-¿Las crees?-Lucero se quedo en silencio un rato

-No-Fernando asiente y le besa la mejilla y se aleja de ella dejándola destrozada. ¿Por que tenia que amarlo? Porque aunque quisiera negárselo y negarlo al mundo así era y así sería siempre.

Unas horas más tarde entro a la habitación de Stephania y la encontró dormida y aferrada a su osito favorito, ese que Fernando le había regalado no hacía mucho tiempo. Se acostó a su lado y comenzó a recordar, recordar cuando en aquel cumpleaños de Oliver al cual ambas fueron invitadas, Margarita había llegado con miles de regalos y había despreciado a Stephania con la mirada. No le había importado, pero luego Stef le había preguntado porqué sus abuelos nunca le habían regalado nada y que tampoco le habían llamado por su cumpleaños o dicho un "te quiero"... Realmente se le había partido el alma en muchos pedazos, pero si esas personas no la querían en su vida ellos se la perdían. Claro, que como le explicaba a una niña de 5 años lo que era el infierno de su vida?

Lloró un largo rato y luego se quedo dormida abrazada a su hija. Todo habría sido tan diferente si hubiese sido hija de Augusto... Pero Dios sabe porque hace las cosas y todas tienen una razón de ser.

Al día siguiente fue despertada por el hermoso sonido de las carcajadas de su hija, pero ¿de que se reía? Tomó su celular y siguió el tan perfecto sonido y se detuvo en el marco de la puerta. La hermosa imagen de ese hombre haciéndole cosquillas y riendo con su hija la hacia tan feliz. Era el cuadro perfecto. Tomó su celular y sacó una foto de los dos y al levantar sus ojos se encontró con la mirada de Fernando llena de... ¿Ternura? Era imposible, pero eso parecía. Su pequeña con su pelo negro perfectamente despeinado y su pequeña pijama de princesas que le había regalado precisamente él, le sonreía e invitaba a sentarse a su lado.

-Traje el desayuno, pero no quise despertarte

-No tenias que hacerlo...

-Te dije que no les fallaría

-¿Y Oliver?

-Está igual

-Y entonces por qué estás aquí?

-Porque les prometí a mis princesas que vendría y pasaríamos el día los 3 juntos

-Peque, te lavaste los dientes?-le pregunta Lucero a Stefy tratando de evadir a Fernando

-No, mami

-¿Qué esperas?-la nena se levantó de las piernas de su papá y corrió a hacer lo que su mamá le había pedido-Fernando... No digas cosas así en frente de la niña, la vas a confundir

-Solo expongo la realidad

-Una realidad que puede no ocurrir jamás

-¿Vas a negar que me amas?

-Obviamente! Tengo novio

-Tenias esposo cuando te enamoraste de mi... Aparte es obvio que es para intentar olvidarme

-Tan modesto tu...

-Deja el sarcasmo conmigo, Lucero

-¿Por qué? ¿Te duele?

-Porque vas a lograr que quiera comerme tu boca a besos

-No te atrevas

-Entonces no me sigas provocando-Fernando se acerca peligrosamente a ella, sabia que cualquier movimiento y terminaría siendo suya nuevamente... No quería eso, seria el peor error

-Mami...-escucho a la nena desde las escaleras y se separo rápidamente de el

-Salvada por la campana

-Mami, mira, mi osito se rompió-dice la niña sollozando

-Ay, mi vida, pero no te preocupes... Mami te lo va a arreglar, si? Come algo. Dale algo de comer, Fernando. Ya regreso. 

-Pequeña, ¿por que lloras de esa manera por un peluche?-dice Fer sentando a la nena en sus piernas

-Porque es mi favorito, me lo diste tu-a Fernando se le estrujó el corazón y se sintió un verdadero estúpido por no haber estado en tantos momentos de la vida de su hija

-Papá te va a comprar otro

-Yo quiero ese

-Bueno, está bien... Entonces esperemos que mamá pueda arreglarlo

-Te quiero mucho papi

-Yo te amo, princesa

-Listo-dice Lucero entrando a la cocina con el osito arreglado perfectamente unos minutos después.

-Gracias, mamita.

-Ve a cambiarte, si?

-Si, má...-dice y sale corriendo

-Cuidado con las escaleras, Stephania

-Si, má-se escuchó gritar desde las escaleras

-¿En que estábamos?

-En nada, Fernando. En nada. Podrías recoger un poco mientras me alisto?

-Claro, tu ve.

-Gracias-dice Lucero y se encamina a su habitación, luego reapareció y beso la mejilla de Fernando y se volvió a ir. El se lleva la mano y se toca ese lugar donde ese beso había sido depositado y supo que estaba haciendo las cosas bien, lo sabía.

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