viernes, 19 de abril de 2013

Capitulo 16


-Familiares de la señorita Hogaza

-Yo-dice Fernando levantándose de golpe de la silla

-La señorita perdió mucha sangre y no hay suficiente para reponer lo que necesita. Necesitamos un donante.

-Yo tengo mucha. Soy donador universal.

-Perfecto! Acompañeme por favor. Pero, no cree que esa niña es muy pequeña para estar aquí en un hospital?

-Es nuestra hija y no tenía con quien dejarla

-Una hermana? Una abuela?

-La hermana de mi mujer, pero no me dio tiempo a nada. Era esperarla y que Lucero muriera o traer a la niña

-Bueno, vamos y ya luego llama a la tía

-Está bien.

Pasaron varias horas. La sangre le fue transfundida y ya estaba estable, pero aún inconsciente. Fernando se quedo todo el tiempo a su lado y con la bebé en sus brazos. Había tenido que ir a maternidad 3 veces a buscarle comida a su bebé. El día le parecía inacabable... Apenas eran las 11pm. No podía ir a su casa por su celular y no sabía el número de Caro...

-¡Rosana!-salió de la habitación cerrando cuidadosamente la puerta como si cualquier ruido pudiese molestar a Lucero.-La doctora Vega?

-Está de guardia en Emergencias

-Podría mandarla a llamar por favor?

-Si, un momento por favor-dice la chica de recepción y llama por teléfono a la sala de emergencias y unos minutos más tarde Rosana se acercaba a él.

-¿Cómo estás? 

-Cansado y mal

-¿Qué tienes?

-Lu está bastante mal

-¿Qué le pasó?

-Discutimos... Se cortó las venas y tuvieron que hacerle una transfusión

-¡Padre santo! Pero ¿está bien?

-Está estable.

-La niña no debe estar aquí

-Por eso te mande a llamar

-Me la llevaría a mi casa con gusto, pero me toca guardia esta noche

-¿Tienes el teléfono de Carolina?

-Si, pero creo que está de viaje con Sebastián. En Francia...

-Entonces, ¿Qué hago?

-Márcale a Deya

-¿Crees que no le importaría?

-Por supuesto que no. Aparte Lore sigue pequeña...

-Sería un abuso de mi parte. Stefy tiene 3 semanas, despierta cada 3 horas.

-No le importaría

-No quiero que se me enferme la niña, pero no hay de otra... Mañana veré que hago. Gracias, Ros-dice y le besa la mejilla

-Cuídalas mucho

-Con mi vida-dice Fer y se encamina a la habitación, no sin antes solicitar una cunita de esas en las que acuestan a los bebés recién nacidos para Stefy. Al menos uno de los dos si dormiría cómodo esa noche... O dormiría.

            **********************
Le dolia mucho la cabeza, se removio en la cama y sintio como su cuerpo le pesaba y tambien le dolia. Era como hubiese sido arroyada por un camión o aplastada por una ballena. ¿Qué le había pasado? Abrió los ojos y se vio en una habitación toda blanca. Recorrió su cuerpo y se dio cuenta que estaba en un hospital. Ahora había recordado todo lo que había pasado. Se sentía una cobarde y una egoísta. Pero, ¿Cómo había llegado ahí? Giró su cabeza a la izquierda y ahí estaba Fernando arrullando a su pequeña bebé. ¿Habría acaso una imagen más hermosa que esa? Lo dudaba mucho. Intento incorporarse un poco, ya se sentía incómoda ahí acostada. Siguió mirándolo, el tenía los ojos cerrados. El habría sentido que estaba siendo observado o quizá solo fue pura coincidencia, pero abrió los ojos y se encontró con una mirada llena de ternura que le dedicaba su mujer. Ella sonrió y el sintió que se desmayaría de la felicidad. Seguía algo pálida y demacrada, pero al menos estaba viva y le estaba sonriendo. 

-¡Por fin despertaste, mi amor!-dice Fer y se le acerca

-Cuidado, no la vayas a despertar!

-¿Cómo te sientes?-le pregunta halando una silla y sentándose a su lado.

-Egoísta, cobarde, mala madre...

-Perdóname. Todo esto es culpa mía... Todas estas horas he estado meditando y si no hubiese llegado a tiempo no sabría que sería de mi vida

-No sé porqué lo hice... 

-Ya no importa-dice y le planta un beso en la frente

-Mi pobre nena... ¿Qué le diste de comer?

-Fui al área de maternidad por leche... Acaba de comer así que no despertará en tres horas más

-No estés tan seguro

-Perdóname, si? Fui un imbécil y no las merezco a ninguna de las dos

-Acepto que estaba un poco insoportable, pero es que estoy enferma

-Te voy a conseguir un psicólogo a la primera hora de mañana

-Sigo enojada contigo... Y dolida. ¿Por qué lo hiciste? ¿Acaso yo no te complazco?

-Sabes que si...

-¿Entonces?

-Bueno, es que en realidad nunca me acosté con nadie. Me comporté como el verdadero estúpido y canalla con el orgullo lastimado. Solo lo dije para herirte y conseguir lo que quería

-Dame a mi hija

-No te enojes, por favor. Mírame-dice y le alza el menton- fui un estúpido, lo sé... Pero este estúpido te ama con todo su corazón, aunque no lo haya demostrado últimamente. Te necesito para poder vivir y si me faltas... Me faltan, prefiero morir. Ustedes dos son mi tesoro más grande.

-¿Por qué me dices esas cosas?-pregunta comenzando a llorar

-Porque son verdad

-¡No! Yo quiero estar enojada contigo... No me hagas feliz

-Lo siento, señorita preciosa. Ya le había prometido que conmigo solo iba a derramar lagrimas de felicidad y ya le fallé una vez... No pienso volver a hacerlo, claro, si usted me lo permite.

-Tengo que pensarlo

-¿En serio?

-Si, Fer. Me dañaste y la verdad es que no quiero volver a sentir eso

-¿Qué?

-Pues ya sabes... Ese dolor cuando el ser que más ama te hiere.

-Ya te pedí perdón

-Y ya te perdoné... 

-¿No podemos volver a comenzar?

-Es que ya volvimos a comenzar

-Está bien.-dice y le pasa a la nena y se dirige al sofá. Lucero notó algo que quizá el quería ocultarle y le partió el alma.

-Mi amor, no llores! No, por favor-intento pero seguía muy débil y casi cae al suelo con Stefy en brazos. Cuando estuvo estable avanzó hasta el sillón donde se encontraba Fernando y se abrazó a el. Fer le beso el cabello 3 veces.

-Te necesito conmigo, bonita

-Está bien, mi amor... Pero prometeme que no volveras a lastimarme

-Te lo juro. Te amo

-Yo también-dice y le regala un beso. Uno de esos que no habían compartido desde hacia casi un mes. De esos que hacen volar el alma y tocar el cielo. 

-Lu, la nena

-Está dormida

-Si, pero no quiero que la aplastemos-Lu se paró y dejó a la nena en la cuna y regresó con Fer

-Ahora si-dice y vuelve a poseer sus labios. Esta vez Fernando la beso muy dulcemente, con la promesa de nunca volver a lastimarla... Solo la amaría, sin medidas, sin limites, sin cohibiciones... La amaría.

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