jueves, 15 de agosto de 2013

Capitulo 36

-¿Me puedes explicar que estabas haciendo?-le pregunta Derek en tono bajo de voz para que nadie se enterase de lo que había estado pasando.

-Fui a ver si la comida estaba lista para ser servida.

-Claro, y ¿por eso te cambiaste el vestido?

-Es que me ensucié

-Y ¿Fernando te ayudó a limpiarte? Con su lengua me imagino

-Que asqueroso-dice levantándose de su silla y dirigiéndose a donde estaba su mamá-¿Te sigue pareciendo que 150 invitados son demasiados?

-¿Para un bautizo? Si, pero debo admitir que todo te quedo hermoso. Ese vestido te queda precioso.

-¿Usted cree? Gracias, señora.

-Mamá...

-Señora-dice Lu algo incomoda

-¿Nunca me vas a perdonar?

-No sé. Entienda que esto es algo muy difícil para mi

-Si, te entiendo. No te voy a presionar. Gracias por permitirme pasar tiempo con mi nieta.

-Ella te quiere mucho, incluso antes de dormir me pregunta si vas a venir a verla al día siguiente

-Yo también la quiero, ustedes dos son lo más importante que yo tengo en la vida

-No me digas

-Hija, ya te expliqué lo que pasó y verdaderamente no hubo día en el que no me arrepienta de no haberte visto crecer.

-Si, bueno... Eso es pasado y lamentablemente nadie lo puede arreglar.-dice Lu

-No me gusta que me restriegues mi error en la cara, Lucero. En serio si pudiera volver atrás, lo haría.

-De no haber pasado así, no habría conocido a Fernando y hoy no tendría a mi hija, así que algo bueno salió a fin de cuentas.

-¿Si me vas a perdonar?

-Lo voy a pensar. Vi que ya conociste a la mamá de Fernando

-¿A Margarita? No, mi vida. La conocí hace muchísimos años, antes de que nacieras.

-¿Eran amigas? 

-Si

-¿Sabe que soy tu hija?

-No lo sé, mi amor. 

-Ya le preguntaré. Disfruta la fiesta, debo ir a dar la orden de que sirvan la comida

-Espera

-¿Qué pasa?

-¿Te peleaste con tu novio? 

-No quiero hablar de eso

-Mi niña, no hay que ser muy inteligente para saber lo que ustedes dos estaban haciendo-dice Fernanda y Lucero se torna roja como tomate-Pero luego lo has estado ignorando...

-Ya no es mi novio, ¿okay? Ya no. Mi novio es Derek.

-¿Cómo? Hace una semana estabas con Fernando

-Es una larga historia...

-Tengo tiempo...

-Yo no...-dice y se va a la cocina

-Mi amor

-No, Fernando. Estoy enojada contigo

-¿Tengo que recordarte que acabamos de hacer el amor?-le dice al oído

-No me lo recuerdes, fue un gran error.

-Claro que no. Me amas y te amo y...

-Fernando, todos se dieron cuenta. No sabes lo avergonzada que me siento en estos momentos.

-¿Y?

-¿Cómo y? 

-No me importa

-Mi novio está ahí afuera

-Mi esposa esta ahí afuera

-Tu insistes en mencionarla y hacerme sentir menos, ¿verdad?

-No, mi amor, el punto es que no quiero que me saques a Derek a conversación, siquiera lo menciones... Le quiero romper la cara

-No te atrevas

-Eres mia

-Soy suya

-Sabes bien que no, eres mia y siempre lo serás

-Te odio

-Me amas

-Vete

-No

-Haz lo que quieras

-Bueno...-dice Fernando, la abraza por la cintura y la besa, tomandola de sorpresa

-¿Qué estás haciendo?-dice en contra de sus labios, pasando sus brazos por su cuello

-Te hago caso-dice haciendo el beso cada vez mas profundo-Hago lo que quiero

-Pero yo no quiero

-¿Y por que me lo estás respondiendo?

-Por estúpida-dice rompiendo aquella entretenida conversación

-Te amo

-No te creo

-¿Otra vez?

-Fernando, me dijiste que no te acuestas con ella hace 6 años y la embarazaste

-Mi amor

-¿Qué?-Le grita Lu-Más mentiras ya no me digas. 

-No es una mentira, escuchame... Si está embarazada, me puso el cuerno con otro. Dejé la abstinencia contigo el día de navidad. 

-No te creo

-Te lo juro por la vida de Stephania

-Con la vida de nuestra hija no juegues

-Jamás lo haría y bien lo sabes. ¿Me vas a creer?-Lucero suspira resignada.

-Está bien

-¿Ya no estás enojada?

-Si

-¿Y ahora?

-No me has pedido que baile contigo

-Si te lo pedí, señorita enojona-dice atrayendola hacia él y besandola

-Ya, déjame que los invitados mueren de hambre

-Vas a echar al tal Derek cuando salgas

-Vas a echar a Jeanny

-No puedo hacer eso

-Yo tampoco

-Bueno, pero el resto de la fiesta te la pases exclusivamente conmigo. Como que eres, mi mujer, toda mia y de nadie más...

-Si, Fernando, como digas.

Fernando se retiró del salón dejando sola a Lucero, quien se dirigió a la cocina. Allí comenzó a dar ordenes cuando sintió que alguien la halaba hacia afuera por el brazo. 

-¿Me puedes explicar que estabas haciendo otra vez con Fernando?

-Nada, Derek. Y sueltame, me lastimas

-¿Estás jugando conmigo, zorrita?

-Y dale con la palabrita... ¿Ustedes los hombres no conocen otra clase de insulto?

-Si me engañas con Fernando, te vas a arrepentir

-¿Qué? ¿Me vas a matar? No seas ridículo, por favor. Compermiso.-dice y Derek la sujeta más fuerte

-No te vas porque aún no termino

-Tengo cosas que hacer. Sueltame...

-No

-Que me sueltes, Derek, si no quieres que le llame al papá de mi hija y si en serio a uno de los dos les vaya bien mal.-Derek le soltó el brazo y lo tenia marcado. Terminó de dar las ordenes y salió al jardín.

-Amor, la nena no ha comido nada, ¿Quieres que vaya?

-Si-dice ida

-¿Qué te pasa?-dice Fer cuando nota las marcas que tiene Lucero-¿Quién te hizo esto?

-Nadie, me pegué con una puerta.

-Lucero, tienes unos dedos marcados en tu brazo. ¿Quién te hizo esto?

-No tiene caso

-Eres mi mujer y te voy a defender. ¿Quién fue el abusador? Dime, si no quieres que golpee a todos los hombres que hay en esta fiesta.

-Déjalo así por favor, mi vida.

-Derek... Me va a escuchar...

-No, por favor, Fernando-dice agarrándolo del brazo para intentar detenerlo, pero era tan fuerte que terminó casi arrastrandola con él. Fernando voltea a Derek y le pega, haciéndolo caer al suelo.

-Con mi mujer no te metas, ¿te queda claro?

-Es mi novia

-¿Por eso tienes derecho a maltratarla? Si me entero que le tocaste un pelo, te va a ir muy mal. Es una advertencia y te largas ahora mismo de mi casa.-Todos estaban paralizados y mirando la escenita, nadie entendía y todos murmuraban.

La fiesta siguió y al cabo de unas horas llegó a su fin quedando Lucero, Fernando, la nena, Fiore y Fernanda a quien Lucero ofreció hospedaje. Sabía que tenía una conversación pendiente con Fio y una más importante con Fernando, pero lo que realmente quería hacer era hundir su cabeza en la almohada y dormir hasta el día siguiente.

-Ven, tenemos que hablar-dice Fer tomándola de la mano y llevándola a su habitación.

-¿Qué pasó?-dice Lu sentándose en el borde de la cama

-Primero, me querías decir algo, ¿no?

-Si, pero es algo irrelevante ahora. ¿Qué me querías decir tu?

-Es que no sé que hacer

-¿Con qué? ¿Qué pasó?

-He estado meditando muchas veces el que Jeanny esté embarazada.

-Me juraste que no

-Te juré que no es mi hijo, pero que esté embarazada en sí no sé

-¿Qué va a pasar si lo está?

-No sé, pero es que ahora con este nuevo embarazo dudo más el ser padre de Oliver.

-¿Qué piensas hacer?

-No sé. No sé si hacerme una prueba de ADN o dejarla pasar. ¿Qué si no soy su padre? No me gusta siquiera pensarlo. Aparte ¿Con qué corazón se lo podría decir?

-Creo que si debes hacer la prueba 

-¿Y si los resultados dan negativo?

-Pues, quererlo como siempre. No es padre el que engendra, sino el que cuida y ve crecer

-Si, tienes razón. Gracias, mi amor. ¿Qué me querías decir?

-Es que me quedé pensando en lo que pasó hoy en la cocina

-¿Te gustó? Podríamos repetirlo.

-No sueñes tanto, Colunga. Lo que pasa es que... ¿Y si trae consecuencias?

-Amarlo como a Steph.

-Obviamente, pero ¿Y si complica más las cosas? ¿Qué vamos a hacer?

-Nada, no va a complicar nada porque este si estoy seguro que es mi bebé. ¿Verdad, mi amor?-dice besando su plano vientre

-Fernando, no seas ridículo. Recién hoy hicimos el amor y no vamos a saber hasta dentro de dos semanas si si o si no.

-No importa, que sienta el amor de papá. Siento que fui muy salvaje contigo. ¿Te lastimé?

-No

-¿Te gustó hacerlo así?-dice con una sonrisa pícara que fue respondida con una exactamente igual por parte de Lucero. Fernando la besó y se recostó encima de ella. Cada caricia que se proporcionaban era como fuego quemando sus pieles por encima de la ropa. Estaban muy excitados. Se iban a percatar de que el bebé que tanto querían, sería concebido ese día.







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