Entre
lágrimas comenzó a hacer su equipaje, se sentía rota. Bien sabía que había sido
muy injusta con Fernando, pero pensó que si él se enojaba con ella iba a ser
mucho más fácil para ambos la separación; se equivoco. Por supuesto no se
arrepentía de su decisión, había pasado la mayor parte de su embarazo sola y
sabía que no era nada fácil. Tampoco le privaría a un niño estar con su padre,
pero ¿eso no era lo que estaba haciendo con su propia hija? ¿Privarla del
derecho de crecer junto a su padre? Ella podría entregarle todo el amor que su
hija necesitaba y si por dinero era, tampoco le faltaría nada.
-Mi
vida, no me mires así.-dice al ver que Stefy la miraba fijamente-estoy haciendo
esto para que tu hermanito sea feliz… tu
también vas a ser muy feliz, mamá se encargara de eso. No necesitas a tu papa…
-la miro un momento y la nena seguía con la mirada fija como si le estuviese
reprochando algo- a quien quiero engañar? Claro que lo necesitas, pero yo no
puedo seguir con él. Han sucedido demasiadas cosas, princesa. Espero que algún
día me perdones esto que voy a hacer.
Fernando
había regresado a la casa y le daba miedo que intentara hacer algo para detenerla.
En ese momento no quería saber nada de él y con justa razón, había embarazado a
una mujer cuando su relación apenas tuvo su primer contratiempo.
-Dame
esa maleta, tú no te vas
-¡Tu
no tienes derechos sobre mi! Primero soy independiente y segundo nunca nos
casamos
-Pero
soy el padre de tu hija
-Y
lo seguirás siendo siempre, pero nuestra relación ya no tiene futuro.
-No
estás siendo justa
-Nadie
dijo que tenía que serlo
-De
verdad le vas a creer a Jeanny? No ves que es lo que quiere, separarnos?
-Fernando,
ya basta. Tú fuiste quien se acostó con ella y no pensó en usar un maldito
condón, deja de echarle la culpa.
-En
todo caso ella también se podía cuidar, pero no es el punto!
-Y
cual si es?
-Qué
prefieres confiar en el mundo antes que en mí
-Yo
si confiaba en ti, pero tus actos y sus consecuencias me hicieron ver que no
debo hacerlo
-Sabes
qué? Lárgate si quieres, pero mi hija se queda aquí
-Que
estupideces dices? Se te pego el cerebro o qué? Mi hija se va a donde vaya su
mamá
-No
se va y punto! Quiero estar presente en todas sus primeras veces y si tu no
quieres pues vete, la única que tiene un problema y no puede estar en la presencia del otro eres tu
-Eres
insoportable!
-No,
tú eres demasiado ridícula y caprichosa. Bien sabes que todo esto sucedió cuando
tú decidiste alejarte de mí
-NO!
Tu ya sabias que yo te seguía amando y que estábamos esperando a Stefy
-Pues
sí, pero ella era mi novia y es completamente normal que hayamos…
-Hecho
el amor?-le dice con una sonrisa amarga en el rostro
-Ella
no eres tu, así que no le hice el amor… solo fue sexo. No te sonrojes, bien que
sabes que eres el único amor de mi vida y eso no va a cambiar
-Sabes
que es irónico? Que ayer soñé que estabas conmigo para hacerme feliz, que
serias mío y yo tuya para siempre. Soñé que te besaba y que sería tu amor
eternamente… Hoy ese sueño se ve truncado por el simple hecho de que tú no te
supiste aguantar. Quizá fui un poco ilusa al pensar que todo sería igual que
antes, aunque con mi princesa… todo cambio desde que se hicieron novios ustedes
dos, jamás será igual.
-No
te vayas.
-No,
si me voy y mi hija se va conmigo
-Mi
hija debe tener el derecho de decidir con quién se queda
-Ahh
claro! Al mes de vida va a decir “Claro, papi. Me quiero quedar contigo”. No
sueñes tanto, Fernando.
-No
me quiero separar de ella
-El
problema es que yo soy su madre y a donde yo vaya, ella ira. No está en
discusión, simplemente así es y así será siempre
-No
cuando tenga 18
-Para
eso faltan 18 años, mi vida.
-Lucero,
deja de ser tan inmadura y vamos a hablar como los dos adultos que somos. Como
los padres de esta bebe, racionales y civilizados.
-No
quiero
-¿Por
qué?
-Porque
pasa que me enamore de ti como una adolescente ingenua y por eso me duele como
me duele y no quiero hurgar en la herida
-Si
yo te hubiese hecho algo te comprendiera, pero no es el caso
-No
me importa si es el caso o no. Le vas a cumplir y yo me voy a mi casa
-¿Te
olvidas que se prestaste a Fiore?
-No,
pero ella es una persona y la casa es bastante grande… deberías saberlo ya ¿o
no jardinero?
-Ya
no soy un jardinero
-Lastima,
me gustabas mas cuando si lo eras.
-Eso
quieres decir que ya no me amas?
-Tú
sabes perfectamente bien la respuesta a esa estúpida pregunta.
-Entonces?
-Volvemos
a lo mismo… No soporto el hecho de que mi hija tenga que compartir a su papa
con otro niño que no es mi hijo, okay? Eso es lo que pasa. Si eres mio será
exclusivamente mío y de nadie más.
-Nunca
fuiste posesiva
-O
soy posesiva o te pierdo en los brazos de otra
-Me
vas a perdonar?
-No.
Lucero
se monto en su auto, arranco el motor y se fue sin mirar atrás. Fiore la ayudo
a instalarse en su casa y al cabo de 3 horas estaba descansando en la misma
habitación en la cual habían engendrado a su hija. Fiore se encargo de la nena
durante todo ese tiempo que se tomo durmiendo.
Los
meses fueron pasando y el dolor permanecía exactamente igual. Todas las noches
lloraba, extrañaba su cuerpo junto al suyo; su cama estaba fría. La nena
también lo extrañaba mucho, pero el si le cumplió… todos los días iba a pasar
tiempo con Stefy e intentaba volver con ella, pero la respuesta siempre era la
misma. A medida que pasaba el tiempo ella se odiaba mas, no le gustaba lo que
veía al espejo, no le gustaba su cabello, todo en ella le molestaba. Decidió
contratar un entrenador personal que la ayudara a tener la misma figura que
tenía antes de su embarazo, eso la mantendría ocupada y distraída.
Ya
llevaba dos meses acudiendo diariamente al gym para seguir su rutina. Su cuerpo
estaba mucho mejor que antes y robaba miradas. Se sentía plena y satisfecha
consigo misma. Fernando dejo de visitar a la nena a diario, iba tres veces a la
semana cuando mucho y eso la tenia mal… tenía fe en que Fernando no le fallaría
una vez mas y lo hizo.
-Estamos
terminando Lu, vamos! 10 abs mas!
-Siento
que me quema
-Entonces
las estás haciendo bien! 5 más!
-YA!
-Muy
bien, nos vemos mañana para hacer nueva rutina
-Ayy
me dolerá mucho?
-No
creo, pero debes comer bien antes de venir
-Está
bien! Gracias por todo
-Espera-dice
y la toma suavemente por el brazo
-Qué
pasa?-dice Lu y le sonríe
-Es
que me gustas mucho y quisiera saber si te gustaría salir conmigo, no se, algún
día
Sabía
que ese día llegaría en algún momento. Salir con otro hombre que no era el que
ella amaba… tenía que olvidarlo de alguna manera y quien mejor que Miguel?
Además de ser su personal trainer, era un buen amigo y la quería mucho así como
ella lo quería a él. Pero ahora había dicho que le gustaba y ella solo amaba al
mismo hombre desde hacia aproximadamente un año. Igual no perdía nada.
-Claro
Migue, cuando quieras. Nos vemos
-Te
llamare
-Claro-al
darse vuelta para seguir su camino, choca con una mujer embarazada y le tira
todo-ayy lo siento
-Tenias
que ser tu
-Hasta
aquí te tengo que ver?
-Bueno
mi vida, te cuento que soy la novia del padre de tu hija así que aunque no
quieras me veras
-Que
tiene que ver eso con que te encuentre en el gym?
-Nada,
solo quería recordártelo
-Eres
una perra. Lamento informarte que por más que quisiste quitármelo…
-Te
lo quite
-No
me importa, aun así el me ama a mí y jamás te amara de esa manera
-¿Como
lo sabes? Anoche me dijo que me amaba mientras hacíamos el amor
-Eso
no es cierto
-Lo
siento, querida. Quizá pensaste que su amor por ti duraría por siempre o algo
así, pero eso solo sucede en cuentos.
-Jean!
Qué bueno que llegas-dice Miguel acercándose a ellas
-Hola
Migue!
-Como
esta ese campeón?
-Bastante
bien, gracias a Dios. Fernando ya muere porque nazca-dice dirigiendole la mirada a Lucero con una sonrisita cinica en la cara.
-Me
imagino! Lu, pensé que te habías ido
-Me
estas echando?
-Claro
que no
-Iba
de salida, de hecho ya me voy
-Hasta
mañana, Lu! Pues si Jean, para cuando nace?-dice mientras se alejaba con Jeanny del
brazo
-Sí,
hasta mañana-
Dio
la vuelta para dirigirse a la salida y casi se desmaya al ver a Fernando entrar
por la puerta. Como era posible que una misma persona tenga tanta mala suerte?
Venía hablando por celular así que si tenía un poco de suerte podría irse sin
que él la viera. De por si las lagrimas estaban a punto de correr por sus
mejillas y lo que menos quería era que el la viese así y pensara que era por
él. Y efectivamente era por él.
-No,
Caro, sé que no la he ido a ver pero no fue adrede… He estado ocupado cerrando
un negocio muy importante para mi empresa… No tiene nada que ver con Jeanny, si
hago lo posible por no cruzármela en todo el día… Hoy mismo planeo hacerlo.
Está bien, hasta luego.
Como
era posible que mintiera de esa manera? Y para colmo había colgado el celular
antes de que ella se pudiera mover de donde estaba. Definitivamente la suerte
no estaba de su lado.
-Lu?
-Hola
Fernando-dice fingiendo estar lo más tranquila posible.
-Estas…
-Hermosa?
En forma? Si, lo sé. Para eso vengo todos los días.
-Hermosa
se te queda corto
-Si,
como sea.
-Iré
a ver a mi hija hoy
-Vaya,
hasta que te dignas! Creo que ya hasta se le olvido quien eres…
-No
me trates así, he estado trabajando mucho
-¿En
la cama con tu novia?
-¿Cómo
crees? No he estado con nadie desde nuestra última vez
-Creo
que antes de mentir deberían ponerse de acuerdo con Jeanny. Ella dice que se
acostaron ayer y tu dices que no tienes sexo hace dos meses. ¿A quién debo
creer?
-A
mí, por supuesto
-¿Así
como tenía que creerte que no estaba embarazada? ¿Qué le paso? ¿Se trago una
sandia?-Fernando la sujeto por las caderas y la pego a su cuerpo
-Tengo
ganas de devorarte esa boquita tan insolente que tienes
-Que
ni se te ocurra
-Antes
eras más divertida, mi amor
-Antes
no tenias una novia embarazada, mi amor, que por cierto debe estar esperándote…
no está muy feliz viéndonos así
-Nos
está mirando?
-Si
-Bien
-No,
mal
-Quiero
que entienda que te amo a ti
-Ella
asegura que la amas a ella
-No
es cierto
-Aquí
viene, será mejor que huyas porque parece que te quiere matar
-Si
eso quiere decir que debo dejarte ir, entonces que me mate
-No
seas idiota, como irias a ver a mi hija si te matan?
-Me
extrañarías?
-No
-Que
mentirosa, si ya me extrañas y sigo vivo
-Quien
te mintió tan feo?
-El
hecho de que no tienes novio
-Quien
te dijo que no tengo novio?
-Yo
sé que no tienes novio
-Si
tengo
-Como
se llama?
-Miguel
-Miguel?
El entrenador personal de mi novia?
-El
entrenador personal de tu novia, mi entrenador personal y mi novio
-No
seas mentirosa, Migue no tiene novia
-Como
sabes? Son mejores amigos y por eso te cuenta su vida y asi
-No
-Lo
se
-Es
mi primo y por eso me cuenta su vida y asi
-Eres
primo de Miguel?
-Sí,
mi amor
-Mi
novio, el primo de mi ex novio. Qué pequeño es el mundo
-Se
que no tienen nada
-No
estés tan seguro
-¿Se
puede saber por qué abrazas a esta?
-Sí,
porque me ama babosa. Ya te dije.
-Lamento
informarte que es mi novio
-No
te preocupes, yo tengo novio también
-¿Ah
sí?
-Si,
míralo, aquí viene-dice al ver que Miguel se acercaba a ellos
-¡Lu!
¿Sigues aquí?
-Sí,
mi amor
-¿Mi
a…
-Ya
les dije a Fernando y a esta de nuestra relación, no hay que ocultarlo-dice y
lo abraza y le deja un beso en la mejilla mientras sonríe
-Claro
-Bueno,
ya me voy. MI HIJA me necesita
-Pasare
más tarde-dice Fer mirándola. Se moría de celos, pero quería ocultarlo.
-Como
quieras. Migue, me llamas?
-Sí,
preciosa.
-Perfecto.
Chau-dice y se va con un sensual cantoneo de caderas.
-Tengo
que hablar contigo Miguel Colunga
-Luego,
Fersito. Tengo que entrenar a tu mujer
-No
es mi mujer
-Nos
vemos luego.
-Pero…
-Luego,
Fernando. Y de una vez te digo… Lucero me gusta mucho y voy en serio con ella,
no te acerques por favor-dice Migue y se retira
-Si
tú supieras, Miguel, si tú supieras.
Las
horas iban avanzando y por fin había llegado la hora de visitar a Stefy, hacia
muchísimo no la veía y ya le urgía. Fiore le abrió la puerta y le dijo que
Stefy se encontraba en la habitación de su mama, pero lo que menos esperaba era
encontrarse con lo que vio al entrar.
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